El cine es un arte que está en constante evolución, justo a la par de la sociedad, pues se nutre de sus vivencias, sus emociones y sus cambios. A pesar de llamarse el séptimo arte, y ser de los últimos en aparecer, es desde luego el que más adaptación necesita, para dar en cada momento a su público exactamente lo que pide o, aún mejor, explorar su comportamiento para ofrecerles nuevas alternativas acorde con sus necesidades y expectativas. En resumen, no es fácil ser cineasta, lo tengo claro.
Sin embargo, a veces nos gusta complicarnos la cabeza más de lo que deberíamos, incluso a la hora de ver una película, no digamos ya participar en su proceso de creación. Sí, el cine es un negocio en la actualidad, mueve muchos millones de cualquier moneda que se te ocurra, y claramente nadie quiere perder dinero en este mundo capitalista en el que vivimos. Los géneros de cine van cambiando, como se puede ver, en referencia al gusto del público, que también lo va cambiando dependiendo de numerosas circunstancias. A veces, se trata sólo de ciclos, cuando estos géneros van y vienen en la historia de nuestro cine, poniéndose de moda y olvidándose alternativamente; otras, es cuestión simplemente de aferrarse a aquellos que siempre acaban gustando a la gran mayoría, y si de estos hablamos, hay algunos que realmente siempre tienen las de ganar: claramente los thrillers, la ciencia-ficción y el cine erótico. Apuesta por alguno de estos tres géneros, y tendrás el éxito garantizado. Claro, se trata también de tener ideas y saberlas desarrollar bien, es decir: buenos guionistas, buenos actores, buenos productores, y buen equipo técnico. A veces también es bueno darle cierto aire innovador, incursionar en uno de estos géneros pero darle un aire diferente. Aunque, ciertamente, a veces llega un momento en que el público, en realidad, quiere más de lo mismo, por eso el sentido cíclico de este tipo de cine.
Sin embargo, si hablamos del erotismo, nos encontramos con que, realmente, sin salirse del tema, son muchos los directores que lo han abordado desde distintos enfoques. Realmente, no hay que extrañarse, realmente el concepto de lo erótico va cambiando con el tiempo, y hay quién piensa que, en la actualidad, se ha perdido por completo, dando paso a un cine porno light, que pueda ser exhibido en carteleras con clasificación para adultos. Pero por suerte creo yo, hay muchos directores que no piensan lo mismo, que siguen apostando por excitar y estimular la líbido del público sin escenas explícitas de sexo, y que piensan que no todo debe entrar por el ojo, sino que también hay que poner en marchar la mente con este tipo de cine, lo mismo que hacemos con otros. Total, si lo que queremos es ver videos xxx, no hay más que entrar en las numerosas webs porno de internet, y gratuitamente estás servido de cualquier cosa que se te ocurra pedir.
Puede que realmente el porno online le haya hecho mucho daño a cine erótico, e incluso al erotismo en general. Sin embargo, ya sea por interés real de cuatro frikis, que al final no son tan pocos, o porque simplemente da morbo saber que vas a ver una película en la que claramente vas a ver tema entre los protagonistas, el caso es que este género siempre da beneficios o, al menos, la satisfacción de ver las salas llenas en su estreno; y después, suele dar bastante buen resultado en cuestión de ventas en dvd y merchandising. Lo que es la crítica… bueno, no nos engañemos, el cine erótico no se considera lo que se dice un género mayor. Anda bastante defenestrado, pero eso no suele significar la rendición de todos los profesionales que se dedican a él.